lunes, 23 de abril de 2012

Influencias

Primera influencia: discapacidad.

Ni la opinión pública ni quienes sufren de esta condición están de acuerdo en que si el albinismo es o no, una incapacidad. Esta ambigüedad crea un problema al referirse al albinismo.
También dificulta a quienes sufren de albinismo para identificarse como grupo. El albinismo puede ser visto como una condición muy peculiar; y por muchas razones lo es. Su particularidad ha dejado aisladas a muchas personas con albinismo. Actitudes sociales frente al albinismo crean condiciones similares a las de otros grupos de discapacitados o minorías. Estas actitudes incluyen falta de entendimiento, miedo a lo desconocido, y prejuicio basado en apariencias.

Segunda influencia: apariencia física.

Lo que más  llama la atención sobre las personas con albinismo, por lo menos inicialmente, no son sus limitaciones visuales tanto como su apariencia. El cabello y la piel blancos del albinismo oculacutaneo es un factor poderoso desde el momento de nacimiento.
La noción de ser diferente, puede conducir a un esfuerzo inmenso para actuar tan normalmente como sea posible. Se producen presiones interiores y exteriores para disimular las diferencias obvias del albinismo. Este esfuerzo suele resultar en una gran tensión para la persona que continuamente trata de optimizar su habilidad visual. Esto puede hacer que la persona niegue el albinismo y que oculte una parte de su ser.

Tercera influencia.

El atormentar con bromas y molestar  con apodos son otras maneras que el lenguaje puede ser deshumanizador. Casi todos los niños se encuentran con esto durante sus años escolares y tienen que desarrollar estrategias positivas para resistir. Padres, y maestros, junto con un conocimiento del albinismo puede ayudar con este problema.



Cuarta influencia: familia.
Es vital que la familia tenga información precisa sobre el albinismo.
Los padres nuevos necesitan apoyo y tiempo para entender la condición
de su hijo. Los padres y otros familiares pueden necesitar enfrentar
algunos estereotipos previamente inculcados sobre el albinismo.
Los niños deben comprender porqué su hermano tiene una apariencia
diferente a la de ellos y porqué parecen llamar tanto la atención. No
hay fuerza mayor que la de la familia para ayudar a un niño con
albinismo a comprenderse y aceptarse a sí mismo.

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